11.8.08

Careo

Todos los días, en las mañanas de este edificio, se produce un diálogo contradictorio. Se escuchan voces y quejidos que salen de ventanas diversas, de vidas diferentes. Se oyen parlamentos que hablan, mientras sigo en la cama, de porvenires opuestos.
Los registros varían. Y entre ese coro polifónico, cual acordes acentuados, destacan los sonidos de dos habitantes anónimos.
Uno de ellos entona desde su baño, quizá mientras se afeita, canciones profundas y melodiosas que parecen venir de lejos, de una cueva difícil, de su diafragma entrenado. El hombre es un tenor —la voz elegante, el vibrato vigoroso— que canta himnos a la nostalgia: una suerte de heraldo matutino, un mensajero que trae noticias tristes desde quién sabe dónde.
El otro, también madrugador, parece ser un enfermo terminal, un desahuciado. Regularmente se le escucha toser, vomitar, soltar arcadas y gemidos y carraspeos tortuosos cuando se agacha, estoy seguro, en algún rincón junto al excusado.
A veces imagino que el tenor dedica sus canciones al vecino afligido. Pienso, tal vez con afán reparador, que sus serenatas huérfanas tienen ese destinatario infeliz. O al revés: que la desgracia del paciente inspira el abatimiento de las melodías.
Luego descarto mis conjeturas y admito, resignado, que de estos contrapesos están llenas nuestras horas. Que así es la cosa. Y me dedico, igual que cada mañana, a escuchar ese careo definitivo, ese pulso que libran con denuedo la belleza y el horror. La vida y la muerte.

15 comentarios:

Esteban Dublín dijo...

¿Y tienes el privilegio de escucharlos a ambos, Sinar? No sé si felicitarte o compadecerte.

Sinar Alvarado dijo...

a ambos en simultáneo, amigo esteban. a ambos.

te ofrezco una salida: puedes felicitarme por el texto y compadecerte por la situación. ¡ja!

saludos, s.

LauraH dijo...

¿y de los gritos de gualdo no vas a hablar? muy mal....

Esteban Dublín dijo...

Jajajaja. Pues sí, Sinar, te felicito por el texto, aunque te confieso que prefiero el anterior (Mirón), porque se me hace que es medio Raymoncarverístico. Y claro, mi querido Sinar, te compadezco por la situación. Aunque agradece que a ti te dan serenata un par de seres humanos. A mí me levanta un perro insoportable todos los domingos sin falta.

yacasinosoynadie dijo...

cuidado con sus palabras amigo Esteban... Carver es DIOS... cuidado

Esteban Dublín dijo...

Ni tanto, Jorge, ni tanto. Carver llegó a mí por casualidad y me quedé con él por capricho. Me encanta, no lo niego, pero nadie es Dios, mi querido Jorge. Ni Carver, ni Borges, ni Eco, ni siquiera San Juan, que estuvo tan cerca de él.

Sinar Alvarado dijo...

caramba, me perdí. ¿en qué momento viró esto hacia la esquina teológica?

a mí me gusta mucho carver. disfruto y agradezco como lector esa economía eficaz, ese tono como de descreído. esa manera de narrar (muy trabajada por su editor, por cierto) que va construyendo y soltando escenas, historias y personajes valiéndose de una suerte de desapego creativo: como si no fuera con él. como quien camina sobre el terreno arado y deja caer, abandona para que luego germinen, los duros y amarillos granos de maíz.

sin embargo, estoy de acuerdo con esteban: no hay dios. sólo humanos, genios imperfectos.

Sinar Alvarado dijo...

y si carver es dios, estimado yacasi, entonces gordon lish, su editor, el hombre que usó las tijeras, el que apretó tuercas hasta convertir esos relatos en las maravillosas piezas que hoy conocemos, ¿quién vendría a ser?

tal vez una especie de mano derecha, de redactor bíblico, que colaboró de manera fundamental en la tarea evangelizadora y convirtió a un profeta perfectible en una deidad sin fisuras.

gracias a todos por la visita, s.

Camilo Jiménez dijo...

Los editores son el espíritu santo de los escritores. ¡La sabiduría que baja en lenguas de fuego, carajo!

Mentiras, por molestar. Un muy cincelado relatico, mi querido amigo. Hacía falta nueva sangre a este organismo que es vainasmías.

Esteban Dublín dijo...

Sinar, por ahí escuché, no digo que lo crea, pero lo escuché, que Gordon Lish era el verdadero genio detrás de Carver. Con ese comentario, creo que el rumor toma fuerza.

Esteban Dublín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sinar Alvarado dijo...

esteban, en su número 83 (diciembre 2007 - enero 2008) el malpensante publicó un revelador texto de alessandro baricco. ahí el tipo detalla cuánto hay de lish en el entramado carveriano. te recomiendo que le eches un ojo a ese texto.

Ø dijo...

Muy buen texto. Buen blog.

No sé cómo llegué acá. Pero voy a volver.

Saludos

Unknown dijo...

Me gusta....

Catherina dijo...

Es imponente cuando alguien en el punto exacto, puede oir la caida de la lluvia y la elevación del polvo sobre los vientos.- Una lucha por la respiración mientras se agoniza y un atajo hacia la luna en un suspiro grueso hacen parte de que vida y muerte es casi lo mismo cuando se sabe la dirección-